En cada época del año, La Azucena selecciona las mejores patatas crudas españolas para poder fabricar el mejor producto. Elaboradas a través de un proceso artesanal, el mismo que inicio Melchor de la Hija en el año 1943, el cual incluye un repelado a mano que hace que las patatas queden perfectas.
Se utiliza solo patatas fritas y aceite de girasol. Lo cual hace que el resultado final sea apto para personas celiacas, cuidando cada detalle de la fabricación con un exhaustivo proceso de calidad.
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